Extrajeron con pericia la raíz de mis tormentos,
Y con un mágico equilibrio y prudencia,
re-instauraron mi adorada conciencia.
Bajar de las nubes fue clavado perfecto,
Entre parpadeo y parpadeo sentí
La revolución de mi cuerpo,
Aún no visible, pero lo supe.
Había muerto algo detestable en mi.
Una nueva yo se levanta y no se mira al espejo
porque siente su alma recobrar sus pisadas,
Si... Aquellas desechadas por el tiempo,
Hoy sacuden el polvo del tedio y la rutina.
Hoy siento el avenir de mi tiempo,
El remendar de mi risa,
El mundo se abre nuevo Generoso,
genuino y cálido.
La vida al rededor plácidamente igual,
Los hijos, el compañero, los amigos,
La casa, los gatos y los perros.
Sin embargo.
Solo yo se de mi secreto
De esta luz re-inventada
Que me invita a ser de nuevo
La verdadera yo.
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