El tiempo
Parte de mis manos,
Ayer, tan solo ayer
La vida
aun mordía la seda del camino,
No habían sillas en las esquinas,
No habían piedras en los zapatos
El brillo relucía en cada abrazo
El Amor latía al ritmo de la risa
Los sueños parecían pasos
Y los pasos eran baile desenfrenado
De la luna y otros seres alados.
Ayer tan solo ayer
La vida
Era lisa entre mis manos,
No habían trazos en las mejillas
No habían gritos en los caños.
El ruido repercutía en cada aplauso
El dolor ardía sencillo sin dejar firma
Las heridas parecían huecos
Y los huecos eran ventanas de luz
Radiante de nuevos sueños.
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