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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Antes y después


Hubo un antes y un después,
El amanecer de las bocas,
El anochecer de las sombras
Hubo un canje y un revés.

 El airado intruso del tacto,
Del amor desbordado,
Del sentimiento sin razón
 O con razón atado.

Hubo un beso y un querer,
El fallecer de las horas
El merecer de las palomas.
Hubo un peso y un ayer.

El desangrado iluso quebranto,
Del temor arraigado,
Despidiendo el corazón
O por calor sangrando.

Hubo un dejo y un haber,
El retumbar de las cosas
El rezumar de las otras,
Hubo un rezo y un ciempiés.

El asomado rumbo del rastro,
Del candor remendado
Del suspiro al desamor
O por dolor llorando.

Adios a la Infancia

De tantas horas abatidas,
De tantas auroras enmohecidas,
De tantas sobras desdeñadas,
Surge el recuerdo.

Y en él... La perla de vida,
Ignoradas en sus entrañas,
Aplaudida en la distancia,
La ruta de prisa,
La brisa de los días.

 De tantas locas maravillas,
De tantas ilusa fantasía,
De tantas horas asombradas,
Surge el recuento.

Y en él... La esencia de la risa,
Inspirada en sus andanzas
Enamorada de las hadas,
La pulpa bien nacida,
La quinta travesía.

Lejos ha quedado
La inocencia y la sonrisa,
La mañana con su prisa
Las manos y sus pericias,

La noche austera se ciñe sobre el día
Y los juegos, la risa y fantasía
Quedan trasmutados En pétrea memoria ya dormida.
Y la perla...ya no es perla remontada entre sombras,
Es ya solo en el frío espejo que nos mira.

Bajo el mar


He soñado la casa bajo el mar
Crepúsculo azulado que serpentea sobre mi cabeza,
sonido terso de burbujas que pueblan mi canto
Y serena descubro que bajo ese manto quiero estar.

He soñado las alas sobre el mar
Cúmulo rosados que remenea bajo mi pobreza,
Leído verso de lujuria que besa mi llanto
Y sin pena descubro que sobre ese charco quiero sembrar.

Desprendida he callado los inquietos susurros de mis años
Angosta lumbre de cordura que se extingue sin remedio
Y sin embargo a oscuras no quiero estar,
 Porque la oscuridad me espanta y daña mis abrazos.

Quieta me quedo esperando el mar,
Herrumbre de lobos que carcomen el polvo,
O tal vez recuerdos mas etéreos,
 con sabor a sal.

He soñado mi alma con el mar
Urbe estampada que se desliga de mi promesa,
Chillido pétreo de penurias que rezan mis labios,
Y con pena descubro que un lado del llano quiero olvidar.