Datos personales

domingo, 22 de noviembre de 2009

Jorge tiene un sueño teñido de azul divino de la paz,
Es ese mismo azul que fluye a través de la ventana,
Alimentado los brollos vivos de una condura que aun o sabe de borrar.
El inocente Abril de sus días se despliega sobre sus ojos y su boca,
Y su ternura… bien guardada bajo el pecho,
Que ningún desamor lo robe antes de crecerle el techo.
Y la alegría siempre en la manos o más bien en todo el cuerpo.
Para ti aun no existe el duro gris del dolor,
Para ti todo es batir de alas, respirar de nuevo,
Rebozar con verde esperanzador el cauce loco de tu tiempo.
Solo tu boca, húmeda, profunda y acertada.
Tu boca…tan maravillosa y tan confiada.
Me hace sentir, me hace vivir…
Me dice lo que no debe decir.
Tu boca quiere bailar conmigo
El amor de dos,
A un ritmo suave y verdadero,
Sin sonrisas, sin promesas…
Solo éxtasis y el ardor de nuestros besos.
No esparciré palabras que germinen en tu risa
Quiero sin embargo compartir contigo
La verdad precisa de un abrazo de esos que no tienen prisa.
No quiero ocultar penumbra sobre los besos que hoy te tocan.
No quiero que oscurezca el cielo sobre la playa rota de mi memoria.
Deseo iluminar tu sueño,
Jurar que tiemblo ante la bruma extraña de este espejo.
No exprimiré el silencio
Para que surjan los remotos tonos de un amor pequeño.
Claro que espero que me ames con la voz que clama las estrellas del cielo,
Y que las rosas que llevas en la boca,
Tiñan de anhelo las sabanas que cubren nuestro amadísimo y certero suelo.
Sagrada Inocencia

Simbiosis de amor y Dios.
Entre tus manos, la razón del mundo,
El merecer de la piedad.
Inocencia, constelación de brisa y risa,
Despojo del dolor y desolación,
Perfección sagrada de lo que la conciencia roba.

sábado, 21 de noviembre de 2009

4 de Diciembre 2007
3:17 a. m.
Sácale brillos nuevos a las olas que preceden tu ruta, viejo Lobo de Mar.
El alba aun no despunta a lo lejos
y yo te miro en mi adentros, todo lo que has trabajado en tu navío.
Ahora tu corazón baila un tango lento al ritmo de tu respiración,
en cada vaivén un bello recuerdo espera; fue tanto lo que construiste,
las semillas fértiles que sembraste en tanta mentes jóvenes, y hoy tu navío,
no busca ya mas puerto donde atracar, te has lanzado
a la travesía de tus sueños. Ludwig en tus oídos
y los afectos cosechados hacen de excelentes provisiones.
Tu tripulación, no menos idílica; Puedo imaginar
Un aun joven AlbertoVerdejas con su rosario de chistes,
A Don Federico García Godoy siempre con sus citas celebres;
a un robusto y gentil Encipión Oliveira,
su mate en la mano izquierda y su gran sabiduría en la derecha;
A el siempre dispuesto Nano Lebron, escudado con su prudencia sonreída.
Y a ti Papá querido…।te veo trazando en mapas estelares, caminos de vientos, haciendo gala del maestro, profesional,
amante fiel de la vela y padre maravilloso que has sido siempre.
Por eso nadie merece mas este viaje de ensueño,
así que suelta tus amarras y vete tranquilo,
despliega las velas de tu adorada Delicia y navega sin tregua,
deja que los delfines y las sirenas te escolten,
que el mar turquesa de Boca Chica y Bayahibe, los acune como una madre buena,
y que el sol bendiga los días con su intensidad plena,
para que ninguna nube gris se pueda asomar.




Yo he dejado mi huella en los pasos que siembran mis pies,
En las razones aéreas o impúdicas del amor añejo o del fortuito,
En la tersura del amor fraterno o en la aspereza de los besos roídos,
¿Y tú has estado aquí?
¿Te has despojado del gélido tacto de tus manos?
El tiempo pasa despavorido,
Como cumbre se alza invitándonos a llorar lo perdido,
Porque llorándose limpia el pensamiento,
Veras, las lagrimas pueden ser manantial depurador,
Pequeñas catarsis liquidas que trasmutan el espíritu.
Yo como tu quiero dejar esta huella trascender en lo posible,
Sin que se quemen mis anhelos,
Renovando cada día mí presencia sobre mí misma,
Sin imposiciones, sin quejas ni lamentos,
Degustar del sencillo y humilde placer de solo estar
Sin aspirar a mas nada que vivir.
Vivir un poco o mucho nunca es condición de uno,
La inmortalidad divina de cada día
Solo se interrumpe por la llegada intempestiva de la muerte.
¿Y si no me he reído?
O peor aun
¿Y si no He sufrido?
Porque nada como el dolor para recordarnos de que estamos hechos.
Nada como las angustias para acelerar el corazón,
puntualizando cada uno de sus latidos,
como el ritmo de un viejo himno, de esos que se vuelven
en el trasfondo imperceptible de cada sueño,
porque al final solo queremos que ellos,
sean las manos gentiles que esculpan nuestro destino.


Quiero que te vayas,
márchate ya, olvida el camino de retorno,
borra de tu mente los datos de mí historia.
Quiero que te escurras de mi memoria
desangra los pocos recuerdos que te nombran,
y así ponerle final a lo que pudo suceder.
Vete de mis manos
Suelta ya mis besos,
despréndete de mi piel y arranca de raíz tus palabras
para que no germinen más en mi alma.
Cállate y no digas nada,
Trágate todo lo que tengas que decir
No lo nombre ni lo cuestiones más,
Simplemente olvídame como yo ya te he olvidé.