A veces se duerme sin abrazarme
Dándome la espalda como si me ignorara,
Como si yo hubiera desaparecido del mundo
O peor aún, como si me infringiera un castigo inclemente
que pretende ser indiferente.
Sin embargo a mitad de la noche,
Como un metal arrastrado por un Poderoso imán,
Se aferran sus brazos a mis caderas
En un acto involuntario de fervoroso ardor.
Sucumbe el simulacro de un beso sobre el cuello,
Un beso que no quiere ser beso,
Preferiría ser caricia o simplemente aliento,
Como el rocío sobre la piel de la hoja ó del cerezo.
A veces simplemente prosigue su sueño aferrado a su bostezo,
Otras hurga en los bolsillos de mi cuerpo,
Un sonoro menudo de gemidos,
Todos suaves y livianos como las sábanas sobre los dedos.
Para entonces ya no existen distancias
Todo es estremecedora cercanía
Del tibio abrazo de su cuerpo.
Dándome la espalda como si me ignorara,
Como si yo hubiera desaparecido del mundo
O peor aún, como si me infringiera un castigo inclemente
que pretende ser indiferente.
Sin embargo a mitad de la noche,
Como un metal arrastrado por un Poderoso imán,
Se aferran sus brazos a mis caderas
En un acto involuntario de fervoroso ardor.
Sucumbe el simulacro de un beso sobre el cuello,
Un beso que no quiere ser beso,
Preferiría ser caricia o simplemente aliento,
Como el rocío sobre la piel de la hoja ó del cerezo.
A veces simplemente prosigue su sueño aferrado a su bostezo,
Otras hurga en los bolsillos de mi cuerpo,
Un sonoro menudo de gemidos,
Todos suaves y livianos como las sábanas sobre los dedos.
Para entonces ya no existen distancias
Todo es estremecedora cercanía
Del tibio abrazo de su cuerpo.
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