El hombre quiere ser dios para olvidarse de Dios,
Quiere dominar el espacio, invadiendo y desolando,
Desatando los acuerdos con su propia naturaleza,
Esquivando las razones para nacer o morir.
El hombre quiere ser dios
Para olvidarse de Dios,
Quiere erigir sombras donde hay luz,
Quiere arrasar otros hombres
Porque fueron sembrados bajos sus pies
y hoy yacen mudos, quietos enajenados,
Con sus sueños rotos y desvaídos.
Pero el Dios que yo conozco,
Tendrá paciencia con este hombre terrible y desastroso,
Plantara su semilla en la mente y en el pecho,
Para que pueda mirar con sus ojos,
Oler con su olfato y saborear con sus labios.
El hombre deberá olvidarse de sí mismo
Renovando su amor hacia el todo,
Reencontrar las razones para nacer o morir,
Y así no morir por siempre.
Quiere dominar el espacio, invadiendo y desolando,
Desatando los acuerdos con su propia naturaleza,
Esquivando las razones para nacer o morir.
El hombre quiere ser dios
Para olvidarse de Dios,
Quiere erigir sombras donde hay luz,
Quiere arrasar otros hombres
Porque fueron sembrados bajos sus pies
y hoy yacen mudos, quietos enajenados,
Con sus sueños rotos y desvaídos.
Pero el Dios que yo conozco,
Tendrá paciencia con este hombre terrible y desastroso,
Plantara su semilla en la mente y en el pecho,
Para que pueda mirar con sus ojos,
Oler con su olfato y saborear con sus labios.
El hombre deberá olvidarse de sí mismo
Renovando su amor hacia el todo,
Reencontrar las razones para nacer o morir,
Y así no morir por siempre.
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