Una invitación sencilla y merecida yo te hago,
Fuguémonos y unámonos al circo,
Olvidémonos de la autoridad atroz de nuestros años,
Y seamos niños imaginarios hurgando un futuro aun no visto.
Fugándonos podremos abandonar la vejez colgada en algún gancho,
O quizás crear unos recuerdos más queridos,
Retomemos el inicio real de cada sueño,
Robando la secreta pubertad del renacuajo.
Una petición humilde y discreta yo te hago,
Fuguémonos y unámonos al circo,
Si, al circo genial de los abrazos,
Aquel de luces, quimeras y puro brillo.
Fugándonos podremos olvidar la tristeza en algún banco,
O quizás aprender unos versos más divinos,
Retomemos el ritmo cierto de cada paso,
Robando alguna siesta repleta de optimismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario